Hay una molécula (llamémosla molécula azul, aunque su verdadero nombre es adenosina) encargada de repartir energía por todo el cuerpo. La molécula azul se pone la energía en sus espaldas y la va distribuyendo por el cuerpo.
Pero cuando la molécula azul se queda sin energía, es señal que ya estamos cansados y que debemos ir a dormir. Es entonces cuando la molécula azul sin energía se dirige al cerebro, se une a su receptor y empieza la cascada de señales en el cerebro que hacen que nos entre sueño.
Pero, que pasa si te tomas un café?
Pues que la cafeína también va al cerebro y se pone en el lugar de la molécula azul, impidiendo que esta se una y empiece la casada de señales necesaria para que nos entre sueño. Por eso la cafeína nos mantiene despiertos.
Pero, si eres cafetero sabrás que cada vez necesitas más cafés para estar despierto, verdad?
Si nuestro cerebro tiene ocupados todos los receptores de la molécula azul con cafeína y sigue sin dormir, interpreta que la molécula azul necesita más sitios dónde unirse para empezar la señal de sueño, y empieza a crear receptores nuevos. Entonces, tu necesitas más cafés para ocupar con su cafeína estos nuevos receptores.
Y, que pasa si dejo la cafeína de golpe?
Pues que al principio tendrás algunos problemillas para dormir. Tu cerebro habrá creado tantos receptores de la molécula azul a causa de la cafeína, que necesitará mucha más molécula azul para ocuparlos todos y poder empezar la señal de sueño. Pero no te preocupes, que en poco tiempo todo volverá a la normalidad.
Ilustración: @carla_et_al
