¿Sabes cuántos días llevas encerrado? Yo tampoco…
Lo que sí tengo claro es que no me queda un vídeo de clases de zumba de youtube que no haya probado💃, y es que solo ha hecho falta que me digan que no puedo salir de casa para que me entren unas ganas locas de hacer deporte. Mis mitocondrias ya no saben cómo ponerse, en su vida habían tenido que crear tanta energía de los nutrientes y el oxígeno que les hacía llegar🍏🍏. Ellas son mis pequeñas centrales energéticas situadas dentro las células, poco zumba podría hacer sin ellas.
Otro efecto secundario del confinamiento es que mi casa está incluso más limpia que antes de mudarme💫, cuando no había ni un mueble ni un rincón donde esconder una mota de polvo. Como si del Golgi de una célula secretora se tratara, clasificando cada proteína para enviarla dónde toca, me he puesto a ordenar mis armarios. Y por si fuera poco, escoba🧹 y flus-flus🧴 en mano, me he dispuesto a eliminar todo lo que sobraba de mi casa, cuál endosoma y lisosoma de una célula inmune eliminando los patógenos se tratara. Ai! Si el Golgi, los endosomas y los lisosomas pudieran salir de mis células y verme, estarían orgullosos.
Aunque no todos los días apetece ser la persona más activa y limpia del mundo. Para esos momentos he encontrado una nueva afición, el ganchillo🧺. Me siento en el sofà, cojo mi ovillo de lana y mis agujas y… ¡Toma! ¡Ya llevo 4 bufandas 🧣🧣y un gorro! ¿Que estamos camino al verano no decís? Sí… ya… Pero nunca he sido muy buena escogiendo hobbys, me hacía ilusión sentirme por un momento como si estuviera dentro una célula, y fuera el Retículo Endoplasmático tejiendo proteínas, que quereís que os diga.
A pesar de todo, aquí seguiremos, no? 🎶“¡Resistiré! para seguir viviendo ¡Soportaré! los golpes y jamás me rendiré”🎶 jejeje!! Quién sabe qué otros efectos secundarios sacaré del confinamiento.
🎨Ilustración: @carla_et_al
